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La ciudad de la Justicia

Bueno, pues parece que la Ciudad de la Justicia empieza a tomar forma. Si nada lo remedia, perdón quería decir “si nadie lo impide a última hora”, en pocos meses, entendidos siempre en el marco temporal en el que se mueven nuestras administraciones, será una realidad en Jaén.

Ya está aprobada la cesión del terreno y, según parece, la sintonía entre el Ayuntamiento y la Junta es buena.

Sabemos que en España el tema de los plazos, cuando de administraciones se trata, no es precisamente un periodo exacto de tiempo. También que todo se complica cuando hablamos de Andalucía, y más aún si es Jaén donde se llevará a cabo. ¡No se trata de ser negativos o pesimistas, sino de atender a los ejemplos del pasado!

Así que nadie se precipite y corra a mover sus inversiones inmobiliarias para pasarlas alrededor del solar destinado para ello.

Todos sabemos además la cantidad de componentes ideológicos y programáticos que se mezclan en estos temas cuando las administraciones implicadas tienen distinto signo político.

Pero todo ello tiene, a mi modo de ver, matices que parecen estar pasando desapercibidos.

Por empezar por lo positivo, creo que la materialización por fin de esta idea puede suponer un

Fuente La Contra de Jaén

importante ahorro económico para la administración de Justicia. (Quiero recordar que las administraciones no tienen en realidad un bolsillo propio, sino que se trata de parte del nuestro, de todas las personas que pagamos nuestros impuestos, que ellas se encargan de administrar, luego ese beneficio repercutirá en toda la población y habrá más dinero para otros servicios públicos)

También es positivo el hecho de que las personas que tengan que hacer cualquier gestión relacionada con esta administración puedan hacer todos los trámites en un solo sitio, sin tener que desplazarse por distintos lugares de la ciudad.

Sobre el ahorro económico no hay nada que objetar, está claro. Ya era hora de que algo que a cualquiera con sentido común le parecería obvio, se llevara a cabo.

La pregunta es, ¿no había posibilidad de hacerlo en otro sitio? Incluso en varios edificios colindantes en un mismo barrio. Sé que es mucho más difícil, pero sería cuestión de romperse un poquito la cabeza. El caso es que se van a quitar distintas oficinas, diseminadas por toda la ciudad, pero principalmente por el centro, y se van a llevar a la zona de expansión norte, con la consiguiente pérdida de vida para el centro de la ciudad.

Este es un debate que se ha tenido en otros momentos y sobre otras oficinas. Aún se habla, aunque poco, de la conveniencia o no de subir las dependencias del rectorado de la Universidad al casco histórico.

En realidad Jaén tiene cada vez más superficie, pero los mismos, o menos, habitantes. Esto hace que cualquier movimiento de población o de empresas, oficinas o comercios tiene como resultado que otra zona de la ciudad se quede vacía y pierda una parte importante de vida.

Por otro lado, en mi opinión, una decisión de este tipo debería incluir un plan para facilitar la movilidad de las personas que, una vez que las oficinas estén en marcha, tengan que acudir a las mismas. Como el tranvía sigue siendo una expectativa, y nada más, debería haber un plan para que algunas líneas de autobús urbano pasen por la Ciudad de la Justicia. O es que vamos a seguir confiando la movilidad de nuestra ciudad a los vehículos privados y nos vamos a limitar a trasladar una parte de los habituales atascos del centro a la zona norte, por no hablar de las posibilidades de aparcamiento.

En mi opinión, el proyecto de Ciudad de la Justicia debería incluir un completo plan de movilidad que incida en el cambio de modelo que necesitamos como ciudad, con una campaña decidida para poner en valor el transporte público. Quizá podríamos convertir la ciudad de la Justicia en un ejemplo a seguir que se fuera expandiendo por otras zonas e infraestructuras en Jaén.

En definitiva, si alguien cree que ésta era una medida necesaria, ése soy yo. Pero creo asimismo que en la buena planificación de este tipo de movimientos es donde se empieza a diseñar el modelo de ciudad que queremos para el futuro. Que no nos pase otra vez que diseñamos una infraestructura para que no tenga uso o para que se quede antigua antes, casi, de empezar a usarla.

¿Por qué creemos que modernizar la ciudad implica trasladar las administraciones a los barrios nuevos, a los extremos de los barrios situados en los extremos, permítaseme la redundancia?

Solemos ver, casi con admiración, como en otras ciudades rehabilitan los edificios históricos para dar cabida a modernas oficinas, oficiales o no, mezclándose en los cascos históricos las fachadas de piedra con decenas de años de historia, con modernos locales donde hacer las gestiones, dando al barrio la vida necesaria para garantizar la población y el mantenimiento en buen estado de calles y barrios.

Es posible que haya que pensar un buen rato para conseguir alojar una oficinas del tamaño que se supone que tendrá la Ciudad de la Justicia, pero estoy seguro de que se podría hacer. No hay nada más que darse una vuelta por el casco histórico y ver la cantidad de casas vacías o solares abandonados. Estoy pensando, sin ir más lejos en un recorrido que hice no hace mucho por el barrio de La Merced, en dirección al Arco de San Lorenzo. En muy pocos metros se pueden ver muchos inmuebles vacíos y en estado de abandono que, a buen seguro, agradecerían un nuevo uso.

Y, ¡ojo!, esto no implica que se abandone el solar recién destinado a tan megalómana construcción, ya que la ciudad debe tener opciones para el disfrute y el aprovechamiento por parte de la población. La cultura y el esparcimiento tienen mucho que decir en todo ello.

En fin, quizá sea solo una idea, pero es una idea que nace del amor por el casco histórico de Jaén y el dolor de verlo tan ajado, mezclado con la convicción de la necesidad de modernizar nuestra ciudad.

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