Me empiezan a llegar estos días anuncios y carteles comunicando que el próximo día 12 de octubre, festividad del Pilar, “abrimos”. No voy a hablar de la falsa, pero extendida, creencia de que cuantas más horas abra un comercio, más vende. Algo que no se sostiene y que cualquiera que lo haya tenido o haya trabajado en uno sabe que muchas horas de las que se está con las puertas abiertas son horas perdidas. No hay que abrir muchas horas, hay que abrir las horas que te lo demanda tu clientela. Estas líneas van de otra realidad relacionada con abrir los festivos y es lo que supone para los autónomos comerciantes y sus familias. Cuando se decide abrir un festivo, para las grandes superficies o los centros comerciales no supone apenas nada, unas cuantas horas extra, si acaso, reflejadas en un balance de resultados repleto de conceptos. En cambio para un autónomo o comerciante supone directamente perder un día de descanso, de ocio, de estar con la familia, de hacer, en definitiva,...