Ir al contenido principal

NI SU SISTEMA NI SU NO-FUTURO



A lo largo de esta crisis he oído o leído muchas frases con las que me identifico enormemente. Pero hay dos que para mí no dejan de ser dos enormes intentos de manipular el sentir de la gente.
A saber. “El sistema está fallando”, solemne tontería y mentira de tamaño descomunal. El sistema no está fallando, el sistema es así. Vivimos dentro de un sistema que llamamos capitalista que se basa fundamentalmente en que cada uno tendrá aquello que pueda pagar, ni más ni menos. De las necesidades de todos y de lo dispuestos que estemos a comprometer toda nuestra vida en conseguir colmarlas harán ellos su negocio. Los manejadores del sistema, con la técnica del palo y la zanahoria, nos han hecho creer que realmente el sistema estaba diseñado para cuidar de nosotros cuando en realidad el sistema solo se cuida a sí mismo y a los que lo manipulan.
No nos engañemos, la crisis no es una estafa (otra frase que se usa mucho), es una etapa de una estrategia mucho más amplia diseñada para recortar todos aquellos derechos que a lo largo de los años el sistema se ha visto obligado a conceder para ir obteniendo treguas en la lucha social mientras que le daba tiempo a ir adormeciendo las conciencias y convenciéndonos de que no hay otro camino, de que éste, el suyo, es el único sistema posible.
La segunda de las frases es “estamos creando una generación sin futuro”. Vamos a ver, futuro tenemos todos, en mayor o menor medida temporal pero todos lo tenemos. Con esta frase lo que intentan es que pensemos que hagamos lo que hagamos, la suerte está echada. Y ése es el camino que pretenden que recorramos. ¿Por qué? Muy sencillo, si nos convencen de que da igual, de que nuestro destino lo marcan en otros sitios a los que no tenemos acceso, de que nuestro futuro ya no tiene vuelta atrás y de que te prepares o no al final solo vas a ser un parado de provecho, si logran todo eso entonces habrán ganado porque tendrán miles de personas dóciles, dispuestos a todo para mantener un pequeño espacio de bienestar que en realidad es solo la fantasía de una felicidad compuesta por el consumo indiscriminado de muchas cosas que en realidad no necesitamos y que solo contribuyen a la dependencia que tenemos del sistema.
Y lo más curioso de todo es que ambas tienen la misma “cura”. Más y mejor educación, sí, ya saben, eso que el señor Wert quiere controlar a toda costa. ¿Se explican ahora porqué?
Que nadie me diga que el sistema está fallando, porque el sistema nos está jodiendo la vida con toda la intención del mundo. De nuestro llanto y nuestra desesperación salen sus fortunas, que para conseguirlas no pararan ante nada, ni siquiera ante la destrucción del medio, que les afectará también a ellos pero son tan egoístas que no son capaces ni de pensar en sus propios hijos y el legado que les dejan, más allá de medios económicos para no verse obligados a padecer la carestía a la que están condenando a miles de personas.
Y que nadie me diga que no tengo futuro, porque sí que lo tengo y no pienso conformarme con el que me han diseñado. “Su” futuro no es el mío, mi mundo no será el que tienen decidido para mí, porque al final no se podrán salir con la suya, porque con más y mejor educación cambiaremos las cosas y porque ante la lógica de su poder estará nuestra lógica de las razones y porque no puede ser que unos pocos decidan lo que será la vida de todos convirtiéndola en un remolino de consumo, trabajo, descontento y desigualdad.
Nos han estado tapando los ojos con una venda de falsa felicidad basada en el consumo y que además les ha servido para provocar la peor crisis de los últimos noventa años y achacárnosla a nosotros, como si fuéramos los culpables de que sean incapaces de pensar en otra cosa que no sea su propio interés personal. Utilizan la crisis para eliminar todas aquellas concesiones que han tenido que hacer en algún momento pero que solo han estado ahí mientras les han servido. Su solución para la crisis no vale porque en realidad no es tal. Es solo un parche para preparar el terreno para futuras crisis en las que seguirán actuando para garantizar sus privilegios. Las soluciones solo económicas no nos sirven porque ésta no es una crisis solo económica. La solución a la crisis pasa por afrontar un nuevo sistema educativo, basado en la igualdad y la libertad, dejando de lado la tan traída competitividad, pasa por enfrentarnos de una vez por todas al cambio climático con un auténtico cambio de sistema energético que nos garantice el presente y el futuro nuestro y de las generaciones futuras. Y desde luego pasa por reiniciar el sistema porque no es verdad que esté fallando, es que es así y así no nos sirve.
Pero esa venda ya se nos ha caído. Ya sabemos lo que nos tienen reservado y no vamos a dejárselo hacer.
Ahora ya sabemos qué es lo que tenemos que hacer…¿o no?

Comentarios

  1. Esta es la claridad meridiana de la situación que nos han impuesto. Lo peor es que a día de hoy de una o de otra forma se sigue aceptando y de una vez por todas no se activa la sociedad ante el reinicio necesario.
    a ver si los demás aprenden.
    Muy buen artículo. Felicidades.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Reseña, que algo queda

  ¡Ay, las reseñas! Qué melón ha abierto ahí Google que parece no tener fin. Yo, que llevo tanto tiempo en lo mío, aún recuerdo cuando los clientes insatisfechos, con razón o sin ella, te amenazaban con ponerte una hoja de reclamaciones. Ahora no. Ahora te amenazan con ponerte una reseña en Google. Porque, seamos sinceros, hay dos tipos de reseñas. Las malas, que te las pueden poner por miles de motivos y no siempre relacionados con una mala experiencia comercial o profesional, y las buenas, que las ponen solo las amistades de los dueños del negocio en cuestión. Es así. Nadie, o casi, entra en Google por su propia voluntad a poner una reseña positiva simplemente por haber quedado satisfecho con su visita a tu local u oficina. Luego, recibida la reseña, ¡ojo con lo que contestas! Porque no, ni se te ocurra pensar que puedas contestar con la misma dureza con la que te han reseñado. Ni siquiera cuando sabes que es totalmente injusta. Tienes que hacer de tripas corazón y, según los

SUMAR

  "... el que tenga miedo a la libertad, a la creatividad, al debate y a las propuestas, a la ciencia, a afianzar los derechos y las libertades y hacerlo por igual, a permitir que España progrese de una vez y se ponga a la cabeza de un mundo que no va por donde ellos creen, a la alegría y a la esperanza, todos esos, que voten lo que crean conveniente. Los demás votaremos para conseguir una sociedad mejor y más justa para todo el mundo. Hasta para aquellos que van a hacer todo lo posible para que no lo consigamos." Con motivo de las elecciones generales del 23 de julio de 2023, publico este artículo en Libreopinantes sobre lo que significa votar para seguir avanzando. Incluso para aquellos que no ven el avance conjunto de toda la sociedad ningún beneficio, como si pudieran vivir aislados del entorno. Artículo completo en https://libreopinante.es/david-palomino-ramirez/sumar

¿Jaén Plaza o las plazas de Jaén?

Ya se ha abierto la galería comercial del Centro Comercial Jaén Plaza y ya están, como pronosticábamos algunos, las calles comerciales de nuestra ciudad vacías de personas. Todos estos posible compradores se han dirigido en masa, no hay nada más que ver las colas de coches que querían acceder a la gran superficie, otro tema a tener en cuenta, la forma en que accedemos a los comercios. He analizado este tema para el nuevo artículo de Libreopinante, publicado el 19 de noviembre de 2023 y que puedes leer completo en el enlace https://libreopinante.es/david-palomino-ramirez/jaen-plaza-o-las-plazas-de-jaen