Ir al contenido principal

ES EL MOMENTO

    Hasta ahora no me había dado cuenta de que escribir sobre algo es tanto más difícil cuanto más claro tienes lo que quieres decir. No se trata tanto de contar algo como de transmitir las emociones que surgen al contarlo.
    La política ha sido siempre para mí algo importante y parte principal en mi vida. Supongo que dentro de eso mi tendencia natural hacia la izquierda me venía de mi educación y mi entorno así como, claro está, de mi formación. Desde muy joven me he identificado con el proyecto de Izquierda Unida. Pensaba que ser de izquierdas a los veinte era lo más lógico así como también era lógico que más adelante, cuando uno tiene un piso, un coche, dos hijos y una cierta posición, me volvería más conservador.
    El problema es cuando llega el día de volverse conservador y nos damos cuenta de que en realidad no hay nada que merezca la pena conservar tal y como está. El mundo en el que vivimos, el sistema que hemos creado, la sociedad de la que formamos parte no es lo que yo quiero para mis hijos.
    Pero el discurso de Izquierda Unida me suena cada vez más antiguo, tanto como el de los demás partidos tradicionales. Todos se basan en la economía como eje principal de todo pero esa idea está, bajo mi punto de vista totalmente desfasada. Lo que debe hacernos actuar y lo que debe guiar nuestras políticas es la relación entre el ser humano y todo su entorno, y a esto se le llama ecología política.
    Yo quiero una sociedad más justa, solidaria y sostenible, en la que los derechos humanos no sean simplemente una declaración, y para llevar a cabo esta transformación no quiero un partido de políticos profesionales preocupados más por asegurarse su posición que por mejorar la vida de todos.
    Vivimos una grave crisis económica, pero no creo que solo sea ésa la crisis que nos acecha. Es más yo diría que son tres las crisis contra las que hay que combatir:
-Una crisis económica terrible, durísima, que amenaza con acabar con el futuro de una generación entera,
-Una crisis cultural y de valores. No menos importante que la anterior y en gran medida culpable de ella y de la tercera,
-Y una tercera crisis, la crisis medioambiental. Muy grave sobre todo porque si no la resolvemos las otras no nos importarán porque no estaremos para ver los resultados.
    En esta situación, tras llegar a estas conclusiones me encuentro, como muchos ciudadanos, perdido, huérfano político de un partido que me represente. Y es entonces cuando surge el proyecto Equo, transformado luego en un partido que recorre el panorama político como un vendaval verde que viene a traer aire fresco al enrrarecido ambiente que tenemos que respirar a diario.
    Hablar aquí del proyecto de sociedad de Equo sería demasiado extenso y eso es bueno porque demuestra que pese a lo que muchos puedan pensar no se trata de cuatro trasnochados que quieren la vuelta del "flower power". Equo plantea medidas referentes a todos los problemas de la vida de los españoles. Su programa se basa en tres pilares: economía verde, regeneración democrática y sostenibilidad. La elaboración de este programa se ha hecho mediante debates totalmente abiertos y resueltos de un modo totalmente horizontal con una confección de las listas mediante primarias puras a las que se ha podido presentar cualquier simpatizante de Equo.
    El proyecto de Equo es un proyecto ilusionante, más aún porque el mundo al que aspiramos es nuevo, no tenemos un espejo en el que mirarnos lo que lo hace aún más interesante.
    Leyendo el programa de Equo me doy cuenta de que ese es el mundo que yo quiero para mis hijos y el que yo voy a ayudar a construir.
    Por ellos, por tus hijos, haz como yo:
-Recupera la ilusión,
-Regenera la democracia,
-Recicla tu voto.
Reinicia. Vota EQUO

Comentarios

  1. Suscribo todo menos la visión negativa del 'flower power', porque aquellas personas, como otras tantas que han luchado desde el fin de la segunda maldita guerra mundial, no en tertulias de café, sino apostando con sus propias vidas por otros modelos, por otras opciones, han sido y son el humus para que otros sigamos teniendo ánimo y energía. Mi más sentido homenaje desde aquí a todas ellas.

    ResponderEliminar
  2. Hola, Jesús. El tono negativo del "flower power" no es mío, es algo que he leído en Facebook. Comparto tu homenaje. Un saludo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Intervención como invitado al acto sobre Democracia y Participación Ciudadana, organizado por el Frente Cívico Somos Mayoría de Jaén

Decir a estas alturas que estamos viviendo una crisis sistémica, (económica, social, ambiental) es algo que no sorprende a nadie. Si queremos salir de esta crisis de una manera firme y no que nos saquen para convertirnos en carne de cañón como está pasando, nosotros estamos convencidos de que hay que hacerlo afrontando todas las vertientes que la componen, y uno de los resultados de esta crisis y que hay que afrontar con urgencia es la desconfianza y el desapego de los ciudadanos hacia la política y los políticos. Pero, no nos engañemos, la política es más importante que nunca. No confundamos la política con el uso que de ella hacen muchos políticos y tampoco olvidemos que hay muchísimos políticos que cada día hacen un trabajo extraordinario luchando por los intereses de los ciudadanos, y que no tienen nada que ver con lo que hacen los chorizos responsables de los Bárcenas, ERES, y demás. Si pensamos que vivimos en una democracia que permite que haya 6 millones de parados, que p

El futuro es ahora

 ¡Ah, el futuro! Pensamos cómo será y cómo vivirán nuestros hijos. La tecnología, el trabajo, el ocio, el deporte, las relaciones sociales, el medio ambiente….sabemos que todo será diferente porque el mundo se ha acelerado hasta límites que solo podíamos sospechar. Y concluimos que habrá que luchar, para que nuestros hijos vivan bien y no dominados por máquinas o con trabajos semiesclavizados o penosos. Pero equivocamos la lucha porque pensamos en un marco temporal erróneo. Nos planteamos siempre cómo queremos o cómo va a ser el futuro, pero el futuro es ya. Los cambios que darán lugar a la sociedad que vivirán nuestros hijos, son los cambios que se están produciendo ahora. Y la pregunta está clara. ¿Qué estamos haciendo para dirigir esos cambios? ¿Qué medidas tomamos ante cambios que se producen ahora y que aparentemente no nos dejan capacidad de reacción? ¿Qué grado de responsabilidad estamos dispuestos a asumir sobre la sociedad que vamos a dejar, el planeta que vamos a legar?

Voto razonado

El próximo domingo, día 26, volvemos a las urnas. Una vez más nos toca elegir a quienes nos representarán los próximos cuatro años. Coinciden además las elecciones de las dos instituciones más cercanas y más alejadas, físicamente, del ciudadano. El ayuntamiento y el Parlamento europeo. El hecho de votar no por repetido deja de tener importancia. Quizá el convencernos de que va a dar igual sea uno de los grandes éxitos de quienes quieren que bajemos los brazos y les dejemos hacer. Creo que es muy importante votar y no creo en absoluto que nos dé igual lo que salga. Estoy convencido de que la ciudadanía puede dar un vuelco a la situación y para ello necesita estar en las instituciones. Del mismo modo que los cambios se provocan en la calle, también desde el Ayuntamiento o el Parlamento europeo podemos conseguir que el futuro sea mejor. La situación se cambia cada día, en la calle, con manifestaciones y protestas, pero también con los actos cotidianos que llevamos a cabo. Aun